jueves, 3 de mayo de 2012

Nueva carretera para La Aldea de San Nicolás



Video de Odiomed.


Los aldeanos llevamos muchos años añorando esta nueva carretera. Muchas penalidades hemos pasado en la actual, muchos sustos de muerte. Por fin, después de mucho tiempo, vemos la luz al final del túnel.



Mañana, 4 de mayo de 2012, se realizará la voladura del último tramo del túnel de la tan añorada vía que unirá en un futuro El Risco de Agaete con La Aldea de San Nicolás. Esta nueva carretera, con una longitud de 10 km, con 7 viaductos y un túnel  de 2.339 m, salvará  los  peligrosos precipicios del Andén Verde, dentro del Parque Nacional Tirma-Tamadaba, pero cuyo principal peligro es la caída de piedras y derrumbe de parte de los risco 


                                   Macizo Tirma-Tamadaba (Foto tomada de Google)


La actual carretera costó sangre sudor y lágrimas, primero para que concedieran el permiso y luego el presupuesto para su construcción, y  por el difícil trazado que eligieron, por unas montañas realmente de difícil acceso. Se dice que el ingeniero proyectó esa carretera, por ese sitio tan complicado, con el firme propósito de que no se pudiera llevar a cabo.


Después de más de 50 años recorriendo esa carretera, en la cual sentimos miedo muchas veces por las caídas de pìedras y derrumbes, también reconocemos los maravillosos paisajes de las esplendorosas montañas, de los agrestes y empinados acantilados, del inmenso mar azul visto desde las alturas, de la vista de la isla de Tenerife, con su majestuoso Teide, de los hermosos cardones y otras especies de la flora que alegran nuestra vista y nuestro espíritu. Ojalá que se minimice el impacto de las obras con la plantación de árboles, arbustos y plantas,  embelleciendo los accesos  donde hubo que horadar las montañas o remover millones de toneladas de tierra.


No sé si alguna vez, cuando se inaugure la nueva vía, podremos recorrer la antigua sólo por placer, para volver a disfrutar del maravilloso milagro del Creador, un esplendoroso cuadro que quedará para siempre en nuestra retina y en nuestro corazón.